Marco conceptual
Nuestras sociedades contemporáneas han sido afectadas, en las últimas décadas, por transformaciones substanciales que se han desarrollado tanto en el campo científico-técnico, como en los ámbitos sociopolítico y cultural.
El corolario de este proceso fue la emergencia de nuevas formas de organización económica y, vis a vis, nuevas formas de organización de poder.
Una serie de fenómenos conexos se presentan como característicos de la "sociedad post-industrial", la globalización de la economía; la interdependencia política mundial; la coexistencia de las dialécticas de integración/fragmentación, cooperación/conflicto, orden/caos; el desarrollo de las telecomunicaciones y la telemática, constituyen aspectos analíticos básicos de dicho proceso de cambio.
Los cambios aludidos, por otra parte, han supuesto y desencadenado profundas mutaciones en las élites gobernantes y en el tipo de distribución de los recursos del poder. En la actualidad, la élite del poder en los centros está constituida por el conjunto de los decisores; es decir, se trata de una élite que concentra la disposición de los medios de información, innovación científico-tecnológica, aprendizaje, comunicación, control, decisión y/o gestión. Las élites o grupos de poder del período posterior a la Segunda Guerra Mundial, -partidos políticos, fuerzas armadas, organizaciones sindicales, empresariado tradicional, burocracias estatales, grupos intelectuales- modelados por el modelo fordista se ven ante la alternativa de reestructurar sus acciones, ser reemplazados o, lisa y llanamente, reducir sus expectativas a desempeñar un rol secundario de mediación, entre el electorado y la opinión pública y la nueva élite de decididores, o limitar su rol a la crítica del sistema.
La experiencia en la Argentina, al menos desde el inicio del proceso de transición a la democracia, se correlaciona con los procesos de transformación experimentados a escala mundial.
Asociadas al cambio del contexto global, y fuertemente condicionadas por el mismo, se encuentran buena parte de las políticas en curso- de reforma económica (apertura, desrregulación, privatizaciones); de reforma del estado (reducción, equilibrio fiscal, descentralización); de integración económica regional; así como el aumento exponencial del desempleo; los cambios en el campo de la comunicación social; la reforma educativa y la reorientación de la política exterior , de defensa y de seguridad, etc.
